El truco de la gaviota – ¡Qué desastre!
¡Advertencia contra la servicialidad!
¡Advertencia contra la servicialidad!
En primer lugar: el truco es tan antiguo como los turistas que pasean por el paseo marítimo. Pero un caso reciente en Torrox demuestra que sigue funcionando… ¡en todo el mundo! Los carteristas se dirigen principalmente a personas mayores, preferiblemente con bastones o andadores, personas que se mueven lentamente. Así se aseguran de que no les pueden seguir.
En los paseos marítimos, en las duchas o en los aseos públicos. La gente que va despacio a pie no se da cuenta y no le importa ser «adelantada» por otras personas. El carterista se acerca por detrás y rocía un líquido asqueroso y sucio en la parte posterior de la chaqueta con un pequeño pulverizador de agua (silencioso). Esta persona no es consciente de ello. Entonces – se dirige a su «víctima» y le señala la espalda – señala hacia arriba – señala a las gaviotas que vuelan alrededor y rápidamente le ofrece ayuda. Casualmente, exactamente donde hay un fregadero y un grifo. Una caca de gaviota en la espalda es algo desagradable e inmediatamente te alegras de que el vergonzoso percance del pájaro se elimine de inmediato. Esto suele implicar agacharse. El carterista gira el cuerpo de su víctima para que no note nada. El veraneante simplemente se molesta y sigue refunfuñando sobre el «estúpido pájaro». También pasa desapercibido que el amable ayudante tiene un trapo preparado para limpiar el daño. Frotando y tirando vigorosamente del cuerpo de la víctima, el ladrón tiene ahora tiempo suficiente para llevar a cabo su transferencia de propiedad sin que se note. Se dan las gracias cortésmente -saludándose- y todos se sienten aliviados.
¡Uno más – el otro menos!
El hecho de que el amable ayudante desaparezca en la otra dirección pasa desapercibido. Inmediatamente intentan desaparecer del campo de visión de la víctima … … ¡así que ten cuidado!
en Torrox- Costa en el paseo marítimo: en los aseos / duchas públicos de la zona deportiva frente a la plaza del mercado. Afortunadamente, el incidente terminó sin consecuencias graves, pero sólo porque la víctima quiso darle las gracias con una propina de 10 euros. Así que buscó su cartera, que ya no estaba allí. Los fuertes gritos y aspavientos llevaron al autor a mostrar a la víctima que la cartera estaba debajo del fregadero, dando a entender que el veraneante la había puesto allí él mismo. Cosa inteligente: no había objetos robados en el cuerpo; no habrías podido demostrar nada al «ladrón» si hubieras llamado a la policía.
El truco de la caca de gaviota en la chaqueta
se basa en la ayuda de otras personas.